miércoles, 6 de julio de 2016

Facimoutreach P-685

¿A qué se refiere: el "momento que se ha señalado como el final del sueño"?

P-685: Estaba yo ocupado con la lección 122 del Libro de ejercicios de Un Curso de Milagros —una lección muy hermosa— cuando una palabra del párrafo 10 me llamó la atención: «Estamos en verdad muy cerca del momento que se ha señalado como el final del sueño» (L.122.10.4). ¿Podrías profundizar sobre la palabra "señalado"? ((En este artículo traduzco "appointed" como "señalado" debido a que así se tradujo a la versión del Curso en español; pero en este tipo de contexto, podría traducirse también como "designado", o incluso "previsto"))

Respuesta: En este contexto, el momento del final del sueño está "señalado" porque es seguro ((está garantizado)), y en realidad ya se ha consumado, porque «(...) la separación nunca tuvo lugar» (T.6.II.10.7). Todos llegarán a esta toma de conciencia, cada cual en su propio momento ((cada uno en la "fecha" señalada por su propia mente, que en realidad siempre es ahora)), y despertarán del sueño: «No olvides que una vez que esta jornada ha comenzado, el final es seguro. Las dudas te asaltarán una y otra vez a lo largo del camino, y luego se aplacarán sólo para volver a surgir. El final, no obstante, es indudable. Nadie puede dejar de hacer lo que Dios le ha encomendado que haga [aceptar la Identidad que Dios le ha dado a Su Hijo]» (C.Ep.1.1-4). ((En la cita anterior, en inglés en vez de "encomendado" dice "señalado" (appointed), y aunque en español queda mejor traducirlo como "encomendado", lo menciono aquí debido a que esta pregunta iba precisamente sobre esa palabra))

El momento "señalado" ((o designado/previsto)) no se refiere a una fecha concreta en el sueño, sino que se refiere a una decisión en la mente que está fuera del tiempo y del espacio. Sin embargo, Jesús sabe que nosotros creemos que estamos realmente separados de Dios, viviendo en el tiempo y el espacio, así que él nos habla a nivel de nuestra experiencia en el sueño. A lo largo del Curso él nos dice que para poner fin al sueño lo único que hace falta es recordar la verdad que hemos negado, olvidar todo lo demás, y despertaremos en un instante. Es por eso que el final está "muy cerca"; está siempre a un solo instante de distancia.

Mientras sigamos eligiendo la separación, sin embargo, usamos el tiempo como un mecanismo de retardo para proteger nuestra decisión: «Las demoras pertenecen al ámbito del ego porque el tiempo es un concepto suyo» (T.5.III.5). El tiempo es una de las mejores defensas del ego para apoyar su mito del pecado, la culpa y el miedo. Sólo en el tiempo podemos proteger nuestra creencia en el castigo de Dios que creemos que es nuestro merecido por el terrible "pecado" de haber elegido contra Él en el pasado. El ego insiste en que cualquier día de estos Dios nos atrapará. El ego usa también nuestro concepto del tiempo para proyectar la salvación fuera de nosotros, alejándola hasta un momento distante del futuro, porque tenemos miedo de aceptarla en el presente. Por lo tanto, contrariamente al dicho popular de "el tiempo no espera a nadie" ((como si el tiempo estuviera fuera de control)), el tiempo está en realidad bajo el control del ego. Debido a su propósito de negarse a aceptar nuestra unidad con Dios, aceptación que pondría fin al sueño, tenemos todo el tiempo del mundo. De hecho el tiempo esperará hasta que nosotros elijamos de nuevo, porque lo hicimos explícitamente para estar al servicio de nuestras tácticas de demora. Debido a eso, en nuestra experiencia, el sueño parece estar durando eones. En la locura de nuestras mentes divididas tememos que el tiempo dure para siempre, al mismo tiempo que deseamos que así sea. Jesús, con su amabilidad de siempre, nos asegura que el tiempo llegará a su fin, pero no de manera abrupta: «No temas que se te vaya a elevar y a arrojar abruptamente a la realidad. El tiempo es benévolo, y si lo usas en beneficio de la realidad, se ajustará al ritmo de tu transición» (T.16.VI.8.1-2).

El momento "señalado" para el final del sueño es, por tanto, tan seguro como el Espíritu Santo nos dice que es, y sólo está tan cercano como nosotros queramos que esté. En el Texto se nos dice: «El tiempo es tu amigo si lo pones a disposición del Espíritu Santo. Él necesita muy poco para restituirte todo el poder de Dios. Aquel que transciende el tiempo por ti, entiende cuál es el propósito del tiempo» (T.15.I.15.1-3). El concepto del tiempo del sueño está al servicio del propósito del Espíritu Santo cuando lo utilizamos para sanar nuestras mentes de la idea de la separación, viendo cada momento como una oportunidad para elegir el perdón en vez del juicio en el presente. De este modo al pasado "pecado" y al futuro castigo se les retira su poder de retrasarnos en nuestro viaje, con lo que la verdad queda más cerca de nuestra conciencia.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions125.htm#Q685

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

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