Facimoutreach P-78

Una pregunta sobre perdonar a los demás sin estar físicamente con ellos

P-78: Hace poco vi una película basada en una historia real, de un preso de Alcatraz que fue puesto en régimen de aislamiento, confinado en solitario durante un periodo de tres años. Durante ese tiempo estuvo en una oscuridad total, sin contacto con las personas, con excepción de media hora al año, en Navidad, y vivió en las condiciones más horrendas imaginables. En consecuencia, se volvió loco (en base, por supuesto, a lo que se considera como locura en el mundo de las ilusiones). Estoy teniendo gran dificultad para entender cómo podría aplicar el Curso una persona en esa situación, sin ningún contacto con las personas ni con el mundo exterior. ¿Cómo podría alguien en una situación así unirse con su hermano? ¿Cómo podría practicar el perdón, o experimentar milagros? Si estuviera Jesús en una situación como esa, ¿qué haría él? Obviamente este tipo de escenario me produce una gran cantidad de miedo, y he estado reflexionando en este tema durante días. Supongo que lo que estoy intentando averiguar es si incluso en la más horrible de las situaciones, como en el ejemplo que he puesto, ¿puede alguien aun así encontrar la paz de Dios?

Respuesta: Puesto que el Curso enseña que todo ocurre en la mente, no hay ninguna necesidad de contactar con las personas para poder practicar el perdón: «(...) no hay ningún mundo externo» (T.12.III.6.7). Todas nuestras relaciones (pensamientos) permanecen en nuestro interior, así que somos capaces de practicar el perdón tanto con aquellos que aparentemente están vivos como con aquellos que están aparentemente muertos: «Al igual que tú, tu hermano cree que él es un sueño. (...) Piensa en él (...) como una mente en la que todavía persisten las ilusiones, pero con la que tienes una relación fraternal. Lo que él sueña no es lo que le convierte en tu hermano, ni tampoco su cuerpo, el "héroe" del sueño, es tu hermano. (...) Tu mente y la suya están unidas en hermandad» (T.28.IV.3.1-6).

En la sección "Sombras del pasado" (T.17.III), Jesús explica que siempre vemos a las personas en función del pasado, ya se trate de cosas que creemos que otros nos han hecho a nosotros o a otras personas, o se trate de las necesidades que creemos tener y que no estuviesen siendo colmadas. En esencia, se explica que nunca tenemos realmente una relación con nadie en el presente, ya que estas "sombras" están siempre con nosotros, hasta que las perdonemos. Esto simplemente reitera la enseñanza de que no necesitas que un cuerpo físico esté presente para poder unirte o perdonar.

En cuanto a que alguien pueda mantenerse en paz en una situación tan extrema como la que describes, aunque ciertamente parece algo formidable, es sin embargo en principio algo posible. De lo contrario estarías diciendo que la paz de Dios se limita a ciertas personas, lugares o situaciones. Sería muy dificultoso ser un estudiante serio de Un Curso de Milagros, practicar tus lecciones de perdón, a la vez que mantienes en el fondo de tu mente la persistente duda: "¿Qué pasará si Dios me abandona ahora?" (por supuesto que el ego estaría encantado con esto, ¡pero eso es otro asunto!).

A lo largo de la historia ha habido muchas personas que se han mantenido en paz en las circunstancias más crueles. Muchas de esas historias vienen de los campos de concentración, como los casos de las hermanas Ten Boom, Viktor Frankl, etc. Desde el punto de vista del Curso todas estas personas tuvieron experiencias de mentalidad-correcta, en las que los intereses de los demás no se veían como separados de los suyos propios. Esto parece difícil de hacer en la vida cotidiana aquí y ahora, ya no digamos en circunstancias tan extremas. Pero es algo que ha de lograrse, y puede ser logrado.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions17.htm#Q78

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html