La unidad subyacente descubierta por los físicos modernos, ¿no implica que el universo no es del todo ilusorio?
P-792: La metafísica no-dualista de Un Curso de Milagros define como ilusorio el universo físico y todo lo que hay en él, considerándolo como una defensa contra la verdad de la indiferenciada unidad del Cielo. Pero si el universo físico es una defensa, que no comparte ninguna de las características del Cielo, ¿cómo explicamos entonces lo que los físicos nos dicen sobre la interconexión que hay entre todas las cosas a nivel cuántico? ¿No es esto exactamente lo que el Curso define como Cielo? ¿Y no existe esto de hecho en este mundo, incluso si hay que realmente entrecerrar los ojos para verlo?
Tal como yo lo entiendo, Jesús parece estar diciendo que él o el Espíritu Santo pueden usar el mundo de la ilusión para Su santo propósito. Sin embargo, estas defensas (el mundo material) siguen siendo inherentemente ilusorias —una enorme y grandísima mentira— y no tienen absolutamente nada en común con la verdad tal como Dios la creó. ¡Y a pesar de todo tenemos a los físicos y a una serie de maestros de la Nueva Era hablando de la unidad perfecta e inquebrantable que hay justo por debajo de la superficie de nuestra conciencia! Si la "diminuta y alocada idea" proyectó un mundo de mentiras para enmascarar su espantosa condición interna, ¿por qué incluyó una chispa de la verdad?
Respuesta: Hay un par de cosas que es posible que desees tener en cuenta. Primero de todo, el ego es un único y unitario pensamiento ilusorio, y sin importar cuánta complejidad pueda tratar de imponer sobre ese único pensamiento por medio de la aparente división y fragmentación, siempre sigue siendo un único pensamiento. Jesús remarca esto en la sección "El substituto de la realidad":
«Tú que crees que Dios es miedo tan sólo llevaste a cabo una sustitución. Esta ha adoptado muchas formas porque fue la sustitución de la verdad por la ilusión; la de la plenitud por la fragmentación. Dicha sustitución a su vez ha sido tan desmenuzada y subdividida, y dividida de nuevo una y otra vez, que ahora resulta casi imposible percibir que una vez fue una sola y que todavía sigue siendo lo que siempre fue. Ese único error, que llevó la verdad a la ilusión, lo infinito a lo temporal, y la vida a la muerte, fue el único que jamás cometiste. Todo tu mundo se basa en él. Todo lo que ves lo refleja, y todas las relaciones especiales que jamás entablaste proceden de él» (T.18.I.4; cursivas añadidas).
Así que la complejidad es una ilusión, y todas las cosas del aparentemente vasto universo físico provienen de ese único pensamiento de separación y culpa. A pesar de los esfuerzos furiosos y frenéticos del ego por ocultar, sus simples orígenes, que son tan fácilmente descartados por la simple solución del principio de la Expiación —la separación nunca ocurrió—, nunca pueden ser completamente ocultados. La diferencia entre la unidad del Cielo y la unidad del ego es que el Cielo es verdaderamente uno, mientras que el ego no es verdaderamente nada. Sin embargo, antes de que podamos reconocer que el ego no es nada, primero tenemos que mirar el pensamiento de pecado y culpa que el ego insiste que es lo que él representa. Pero, por supuesto, ninguna de estas propuestas sobre el fundamento del universo —pecado y culpa, o nada— están siendo consideradas por la mayoría de los físicos cuánticos o de los maestros de la Nueva Era. Y no es la interconexión lo que define al Cielo, pues la interconexión todavía implica partes diferenciables que puedan en última instancia conectarse en un nivel más profundo. En el Cielo, no hay partes diferenciables.
El otro punto a recordar es que el denominado universo físico existe dentro de la mente dividida. Y es la mente dividida la que conserva la chispa de la verdad, el recuerdo del Amor de Dios, y no el universo físico, puesto que no existe un universo físico. Y esa mente, cuando se une con el Espíritu Santo —la mente recta que conserva el recuerdo de la verdadera unidad— puede ver la ilusión del ego bajo una luz completamente diferente, y comienza a ver más allá de la engañosa complejidad que el ego ha tratado de imponer sobre nuestra percepción.
Sin una perspectiva como la que ofrece el Curso, la cual proviene completamente de fuera del sistema de pensamiento del ego, parecería como si la simplicidad de la conciencia en la esencia del universo fuera real en sí misma. Y sin embargo se trata sólo de la mente dividida cuando al principio se quedó dormida (antes de cualquier distractora fragmentación), la cual dio origen a la conciencia, un simple y unitario estado del ego (T.3.IV.2.1-2). La mayoría de los caminos espirituales, diferentes al Curso, ven la conciencia, que necesariamente implica la dualidad de un perceptor y algo percibido, como real. Descubrimos que sólo las enseñanzas más elevadas de tales tradiciones espirituales como el hinduismo ven que incluso la conciencia sigue siendo parte del ámbito de la dualidad y por lo tanto, en última instancia, tiene que ser ilusoria.
Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions151.htm#Q792
Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html
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